lunes, 3 de septiembre de 2018

¡Guácala de perro! Comida gringa en México (2): Beer Factory

Bien, pues esta entrada no está tan actualizada pues lo que les contaré tiene al menos unos 4 o 5 años, y por lo mismo, jamás volví a consumir nada en un maldito Beer Factory, ya verán por qué.

Estas entradas las inicié porque, ustedes saben, estamos llenos de cadenas de comida estadounidenses que nos ofrecen menús supuestamente diferentes, pero que la verdad no siempre tienen buena calidad y que suelen ser comidas caras. De hecho, últimamente se me ha hecho curiosa la manera que tienen estos restaurantes caros de establecerse mediante la publicidad y la imagen para venderte cosas bien sencillas y al mismo tiempo caras; lo que era normalmente un restaurante de lujo, donde pagabas estos mismos precios, pero por comida de verdad de otro nivel, ya son inexistentes. Y si quieres una buena comida fuera de lo normal ya no pagas $300 el plato, pagas al menos $500 a $700 por persona, lo cual, está ya inalcanzable para un bolsillo normal.

Un gran ejemplo de esto está en la plaza Parque Delta (¡no se llama "Plaza Delta" maldición!) que está cerca del Centro Médico. Dicha plaza tuvo una evolución interesante, pues para las zonas aledañas, al momento de su creación, no había otro centro comercial tan grande en las cercanías; muchos tenían que ir por ejemplo a Plaza Universidad y otros sitios a los alrededores que quedaban definitivamente lejos. Aquí la cosa es que hace poco tiempo se "enchuló" ja ja ja, pues la hicieron más grande y le agregaron restaurantes más dizque "finolis" y cambiaron su imagen  para un público con más lana.

Esto viene  a colación, porque los restaurantes que agregaron en Parque Delta, hacen lo mismo que Beer Factory, vender muy caro cosas que no son tan buenas, y déjenme decirles, que eso es un completo y total fraude para el consumidor. Hace mucho tiempo quería hacer esta entrada porque me dio mucho coraje que me saliera cara la comida y nos dieran puras porquerías, por eso de inicio les digo que no les recomiendo para nada Beer Factory.

Todo inició, porque acababan de abrir el Beer Factory que está sobre Insurgentes, muy cerca de la avenida Montevideo (ahora ya hasta tiene metrobús, qué horror), y cada que pasaba por ahí pensaba que debía ser un buen lugar para echarse una cerveza. Cuando ves la esencia del lugar, los tanques gigantes donde supuestamente está la cerveza y ... bueno, todo lo bonito, te da la impresión de que será un buen lugar para comer.

Un buen tiempo después, considerando que a mi papá le gusta la cerveza, lo invité a comer para el día del papá, puesto que no le había regalado nada. Como íbamos de paso, le dije: ¡oye te invito a comer acá! Pues ni lo pensó dos veces y nos metimos a comer ahí, con la ilusión de pasar un buen rato. La atención es buena, pero en cuanto ves la carta, está bastante cara, en esa ocasión yo recuerdo que todo platillo estaba al rededor de $300 pesos, y además, todo lo nombran como si fueran cocinados de forma seria en el propio restaurante. Digamos que se veía caro, pero no sonaba tan mal.

Ahora viene el momento de la desilusión, los dos pedimos un plato con pescado, él pidió un pescado blanco y yo pedí salmón, y claro, cerveza, ahí una má' o meno' recomendada por el mesero. ¿Qué fue lo que recibimos? Bueno, en primer lugar, mi papá pidió un plato que costó $350 pesos y consistió en un vil filete blanco del Nilo, de esos que venden en Wal Mart medio hecho a la plancha y con un poco de arroz instantáneo como el que venden en esa misma tienda comercial. 😲 No tengo que decirles a qué sabe todo eso, digo, si quería una comida común y silvestre (además de horrible) me compro yo solita 10 pesos de arroz y un filete y les aseguro que no gasto ni $50 pesos, ni siquiera aumentando el gasto del gas y las especias. 

Yo pedí salmón, y mi desilusión igual, un pedacito de salmón del que venden en Wal Mart, (que ahora ya no está tan barato, pero tampoco fue la gran cosa), acompañado de unas "deliciosas" verduras de La Huerta, de las que están disponibles también en los congeladores de cualquier tienda de autoservicio 😤.  Por ese platito chafa $280 pesos, ¡no-puede-ser!

Mi papá y yo nos miramos así como que, WTF!!, y yo creo que él no reclamo al mesero porque yo lo estaba invitando, y yo tampoco reclamé porque no quería incomodar a mi papá. Pero la verdad debimos reclamar y dejarles ahí su comida apestosa. De verdad, ¿cómo es posible que vendan esas porquerías, a ese precio y sin siquiera tener un poco de vergüenza? Robo y más robo, y uno más idiota que se deja robar. 

Las cervezas que pedimos, súper "x", y $80 cada una, ni siquiera artesanales ni nada, y no tenían más de 300ml cada una. Mi papá pidió una muy clásica, yo tenía muchas ganas de pedir una de sabor... hagan de cuenta que le pusieron Koolaid o Tang a la mugrosa cerveza, y pues... qué les digo, mal mal mal. 

Con eso en cuenta, no nos atrevimos a pedir nada más, creo que salimos muy inconformes y tristes porque no fue lo que esperábamos, además, gasté en algo para hacer feliz a mi papá, y resultó todo lo contrario. Mi conclusión: no vayan ni por la cerveza, no vale la pena, se anuncian como el gran restaurante cervecero bla bla bla... ¡Es una porquería y punto! no hay más. 

Lo peor, es que esa tendencia, como les comentaba en párrafos anteriores, invade a muchos restaurantes de este tipo, y todo en nombre de la publicidad y el estatus. Eso es un fraude, y una gran falta de seriedad con el consumidor; me sentí insultada, y no porque me sienta una gran "gourmand" o algo así, pero la neta llegué a ir a otros restaurantes que por ese precio te ofrecían un producto de buena calidad, con la suficiente seriedad como para conseguir ingredientes con un buen proveedor, que no fuera Wal Mart, y cocinado por un chef que sí sabía lo que hacía.

Ya pronto publicaré más experiencias en estos restaurantes, ¡estén atentos!  😝