En esta entrada cubriré tal vez un par de días porque no me acuerdo bien del orden en que todo sucedió ja ja ja.
Visitamos rápidamente la Universidad de Waseda, se trata de un campus muy bonito, de hecho, las universidades que visité durante este viaje tenían en común un gran cuidado de las fachadas de sus instalaciones y unos jardines hermosos. La presencia de árboles da mucha vida a cualquier lugar, y en esa época del año, a finales de noviembre, las hojas amarillas y rojas del momiji eran un espectáculo.
Normalmente se le hace mucha promoción al florecimiento de los cerezos y los duraznos en la primavera, pero la verdad es que el momiji no le pide nada. Creo que los arces japoneses están poco valorados frente a los cerezos (las estrellas del color primaveral). Digo, yo nunca he ido en esa época, y no niego que debe ser hermoso, pero yo quedé muy satisfecha de ver los colores de otoño en los árboles.
Jardines cerca de la entrada a la Universidad de Waseda
Jardines en la Universidad de Tokio (2016)
La visita a Waseda y a su biblioteca fueron prácticamente de flash, y acto seguido fuimos a la Universidad de Tokio donde un profesor nos mostró el campus (no me acuerdo que campus era porque tiene varios, seguro era uno cerca de la Universidad de Waseda ja ja ja). En la Universidad de Tokio yo me esperaba una experiencia un tanto tradicional o sobria, pero todo lo contrario. Yo no sé si es porque quería ver algo más a la japonesa en esa universidad, pero tiene muchos edificios al puro estilo europeo y un museo del mismo tipo dedicado prácticamente a la cultura occidental. No se si es porque acabábamos de visitar el museo Edo-Tokio, pero me dio una sensación sumamente artificial encontrar algo así en una universidad japonesa.
Uno de los edificios de la Universidad de Tokio
De hecho lo comenté con algunos compañeros de viaje y me vieron como que estaba chiflada; no sé, igual si alguien de fuera llega a México y ve los edificios virreinales del centro de la Ciudad de México, también tendrán esa sensación, y no por ello será un lugar menos mexicano o parte de su ambiente. Es solo que eso se copió en esa universidad de forma "reciente" porque la verdad hay un esfuerzo por adoptar lo occidental en Japón en diferentes circunstancias. Si no me creen, comparen la vestimenta de la familia real japonesa y la inglesa y verán.¡Ay no sé! pero me dio esa sensación y ya, ja ja ja.
Lejos de esa sensación, lo que me admiró de las pocas universidades japonesas que visité fue la arquitectura y el diseño de sus jardines, la verdad es que están en perfecto estado y dan una sensación de película, por eso los cambios de estación son un escenario hermoso. Del mismo modo sucede cuando se está cerca de los edificios gubernamentales, se nota que le meten bastante lana al mantenimiento.
Edificio de la Dieta japonesa (2016)
El siguiente lugar al que fuimos fue el edificio de la Dieta de Japón, que es algo así como la Cámara de Diputados aquí en México, sin embargo, tiene sus diferencias puesto que allá hay un sistema parlamentario donde se elige a un Primer Ministro, que actualmente es Shinzo Abe, y en el caso de México, como sabemos, tenemos la figura del Presidente de la República.
En esta visita se puede ir al lugar donde están las butacas para ver las reuniones, aunque en ese momento no había sesión... de lo contrario ni nos dejaban entrar yo creo 😅. También se puede pasar, de rapidito y por fuerita, a las salas de cabildeo de los partidos políticos y además hay una sala especial reservada para la familia imperial. Por cierto, no se podía tomar fotos de ahí y yo tomé ja ja, disfruten a su izquierda.
Recinto de la Dieta japonesa
Adicionalmente, fuimos a la biblioteca de la Dieta, que es un acervo grandísimo de materiales. No solo cuentan con libros, sino también con un amplio acervo de revistas, periódicos y grabaciones no solo en japonés sino también en diversos idiomas. Es más o menos el equivalente a la Biblioteca Nacional en México, así que es un acervo súper importante y de acceso para todo el público.
Entrada de la Biblioteca Nacional de la Dieta (2016)
¿Saben qué más acerva esta biblioteca? MANGA, muchísimo manga. Es algo raro para una biblioteca de este tipo ¿no? Pero estamos hablando de Japón, ¿por qué no habría de ser importante tener un acervo de manga? Curioso pero cierto. Si quieren más información y revisar los catálogos de esta biblioteca entren a su página
aquí.
Algo que tengo que comentarles sobre las bibliotecas en Japón, es que la mayoría son bastante restrictivas. En el caso de la Biblioteca de la Dieta, pese a dejar entrar al público en general, hay que sacar primero una credencial, para la cual, tienes que hacer un trámite que puedes empezar por internet y terminarlo una vez estés por allá. Además hay que pedir todos los materiales y consultarlos en tu mesita e ir haciendo notas en tu laptop o tu cuaderno porque, en primer lugar, las estanterías están cerradas, y en segundo, las copias de muchas páginas están prohibidas y son caras.
Desde el piso más bajo del acervo de la biblioteca
En las bibliotecas de las universidades es una historia similar, se supone que solo los alumnos y personal académico tienen acceso libre. Si quieres tener acceso necesitas llevar una carta del director de tu universidad o facultad para poder entrar y consultar libros en dichas bibliotecas, lo ideal es que te comuniques por teléfono o por correo electrónico al menos un mes antes para que cuando llegues no haya de "que dijo mi mamá que siempre no". Si no eres alumno o becado o investigador asociado a esa universidad, en caso de que te den acceso a los materiales será solo para consultarlos dentro de la biblioteca.
Momiji random ja ja ja
La verdad es que eso se me hizo una sangronada, porque en México las bibliotecas están abiertas al público en general (al menos las de las universidades públicas) y se pueden consultar y sacar copias de lo que quieras. Para entrar solo llevas tu presencia y ya, ja ja ja. Obviamente no tienes préstamo a domicilio, pero tienes acceso. En Japón no funciona así, si no te presentas y solicitas permiso, simplemente no puedes entrar.
Lamentablemente, con todo y que sacamos la credencial de la biblioteca de la Dieta, no pude usarla 😭 más que el mismo día que llegamos para conocer la biblioteca. Eso fue algo súper frustrante, porque mis primeras tres semanas en Japón las había planificado para buscar información para mi tesis y visitar libremente las bibliotecas para lo que me hiciera falta; sin embargo, nuestra japonesita nos dio una planificación casi de tiempo completo para esas semanas, y aunque hubo experiencias muy buenas a las que nos llevó, la verdad, no puedo dejar de pensar que me arruinó mi plan, porque las semanas siguientes serían para visitar el país, y eso lo contaré aquí.
Cambiando el ánimo de esta publicación, quiero contarles que cuando visitamos la Dieta, fue la primera vez que me enfrenté a un baño tradicional. La verdad ya sabía que existían pero nunca me había metido a uno, y no estoy hablando de los excusados que tienen su asiento inteligente estilo
Bumblebee que te deja el cucu bien limpiecito, ja ja ja; estoy hablando de los que parecen una mini tina en el suelo y que te tienes que poner en cuclillas para poder hacer del baño.
Al inicio se ve tenebroso, pero una vez que te acostumbras a tener las nalgas al aire ya no cuesta trabajo usarlos. El problema que yo les veo a esos baños es que si estás mal de las rodillas no va a haber poder humano que te haga usarlos; y, por otro lado, como cuando haces pipí (o popó) en el campo, si no le calculas, puedes salpicarte los zapatos o el suelo, y/o terminar pisando y embarrando los orines en el piso 😝.
Lo que sí puedo decirles que es súper genial de la biblioteca de la Dieta, es que tienen una cafetería donde comes muy bien y muy rico. Tienen su maquinita con las fotos y precios de la comida, metes tu dinero, sacas tu boletito y lo entregas en el mostrador. A los 10 minutos yo ya tenía mi ramen con un témpura de camarón... ¡ay! ¡qué cosa tan deliciosa! no había desayunado nada y esa sopita me cayó de perlitas.
Con el poco tiempo que tuvimos de sobra, pasamos a comer a un lugar de udón muy bueno, pero que ni me acuerdo por dónde quedaba ja ja ja. Más tarde, ¡¡por primera vez en mi vida comí taiyaki!! Si no saben qué es, son esos pescaditos de masa de tipo hot cake pero que queda crujiente y normalmente están rellenos de anko (frijol dulce), aunque eso puede variar, por ejemplo, donde fuimos también estaban rellenos de camote y estaban igualmente ricos.
Lo sorprendente es que las tiendas son icónicas, tal como se presentan en los animes y en las fotos que ves de estudio sobre Japón. Al menos todas las de tipo tradicional tienen estas banderitas o cortinas de tela afuera, que se llaman noren, para decorar e indicar el tipo de negocio del que se trata. Sobre todo para restaurantes o tiendas de determinadas comidas, es muy común ponerlas.
Otra cosa padre que visitamos fue un panteón japonés. Whaaat? Pues si, en uno de los recorridos intermedios a estos lugares pasamos por un templo que tenía al frente un panteón, que en realidad es más un lugar a donde se va a recordar a los difuntos porque supuestamente no están ahí los cuerpos o las cenizas. Tal como ven en la siguiente foto, las varitas que ponen en las tumbas son la razón por la que te dicen que debes clavar los palillos de forma vertical en la comida. Aunque en Japón mucha gente se dice no ser religiosa o creyente, la verdad es que si tienen muchas supersticiones.
Pasamos por un panteón, yo estaba fascinada ja ja ja
Y bueno, aquí termina esta entrada del blog sobre el viaje a Japón, tal vez no fue tan movida como las otras, pero hubo trabajo que hacer también. Hasta ahora no sé como le hicimos, todos teníamos un montón de tarea todavía, así que en las mañanas y media tarde salíamos, hacíamos las visitas, y de regreso, llegábamos al alojamiento a hacer tarea, a hacer cuentas de lo que habíamos gastado y todo lo que faltaba. Por supuesto, teníamos fechas límite para entregar todo y aún así andábamos de vagos, ja ja ja, pero sí pudimos, no sé como, pero sí pudimos.
Les dejo estas fotitos de comida ja ja ja
Nos leemos en la próxima entrada, byyyyyyye.